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77 años de gratitud y esperanza en la Clínica Palermo – Bogotá

“Escribió Jorge Luis Borges sobre su lectura y significado del concepto tiempo: “pueden ser percepciones, pueden ser sensaciones o pueden ser simplemente memorias o imaginaciones, pero siempre ocurre algo (…) no podemos prescindir del tiempo. Nuestra conciencia está continuamente pasando de un estado a otro, y ese es el tiempo: la sucesión”.

En esta sucesión de cosas maravillosas que es nuestra vida, hoy el tiempo nos permite celebrar dos hechos significativos:

152 años del sueño de la Caridad con presencia en Colombia de la comunidad de nuestras Hermanas y 77 años al servicio de la vida en la Clínica Palermo. 

El 21 de junio de 1873 hicieron presencia nuestras Hermanas de la Caridad en Colombia y, en este mismo día, pero de 1948 nuestras Hermanas abren las puertas de la Clínica Palermo. Hoy se cumplen 77 años de un proyecto alimentado de empeño y generosidad convertido en patrimonio de los bogotanos y en proyecto de vida, de crecimiento laboral y profesional para los colaboradores y sus familias. Vale la pena traer al corazón imágenes que dan valor a la existencia de la clínica y que evidencian el compromiso con la salud y nos motivan a continuar acompañando los retos sanitarios presentes y futuros del país.

La clínica ha sido testigo y ha participado de las diferentes formas institucionales que ha adquirido la prestación de los servicios de salud. Hoy recordamos a las Hermanas de la Caridad que acogieron la iniciativa del grupo de médicos liderados por el doctor José Vicente Huertas y financiaron, con aportes de las distintas obras de la Provincia de Bogotá, el proyecto Clínica Palermo, así como también a su primera directora, Hermana Saint Martin.

De igual manera, quiero traer a valor presente los objetivos fundacionales de esta obra, que hoy se mantienen firmes y en armonía con la misión de la Congregación: la atención a los enfermos -sin importar la condición social, económica o de credo-, la atención de religiosos y religiosas, la prevención de las infecciones y la formación en enfermería.

 

 

 

 

La vida de la clínica inicia en un contexto de violencia marcada por el Bogotazo, comienzo en el que también surgen instituciones diseñadas para pensar y actuar en beneficio de la salud y de la calidad de vida de las personas en el mundo y, en especial, de Colombia.

En esta suerte de sucesiones que marca el tiempo, la clínica, investida de la caridad, consolida su perfil quirúrgico y ginecobstétrico que permite ser referente para la llegada de nuevas vidas y centro de formación y cualificación quirúrgica para las profesiones médica y de apoyo asistencial. 

El paso de los años ha permitido a la clínica formas diferentes de adaptación a las exigencias institucionales del sector salud, al perfil epidemiológico de la ciudad y a las demandas de atención de los ciudadanos. 

En medio de estas dificultades del sistema, de sus problemas financieros, de las luchas políticas por el poder, no queremos que se olvide una obviedad, un asunto esencial: que pase lo que pase o lo que hagamos a las instituciones del sector, las necesidades de atención en salud a quienes llegan a nuestras manos para ser acogidos seguirán siendo explícitas y, como desde hace 77 años, tendrán una respuesta con un mensaje de estar siempre dispuestos “al servicio de la vida” Palabras del Director General, Doctor Gerardo Burgos, en la celebración de la Clínica Palermo, Bogotá.

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